Si usted siente un cansancio muy grave, ha perdido todo interés por la vida, trabaja a duras penas, los médicos dicen que es una enfermedad. En los últimos tiempos el síndrome de fatiga crónica afecta a unos 17 millones de habitantes de la Tierra. Entretanto, hasta la fecha no se ha encontrado un remedio contra el mismo si bien los médicos trabajan en ello ya durante varios decenios.
La diagnosis oficial de dicho síndrome apareció en 1988. Hoy día en Internet de día en día crece el número de foros dedicados a las causas de la fatiga crónica. Antes que todo, se culpa al progreso de numerosos gadgets: ordenadores, teléfonos móviles, etc., que impiden descansar bien a la gente. Ha surgido incluso un término: “insomnio electrónico”. Se afirma que al desconectar todos estos dispositivos, conciliarás fácilmente el sueño. Existe la opinión de que una fuente de este mal son avalanchas de información que se abalanza sobre el cerebro humano. Este comienza a funcionar más activamente, consume más oxígeno que de costumbre. Pero en nuestro mundo contaminado con gases hay poco oxígeno, por lo que comienza a desarrollarse la hipoxia. Como resultado, los procesos del metabolismo en el organismo se alteran. Una de las causas del síndrome puede ser una infección, considera el principal especialista ruso en esta afección, el profesor de la Universidad de Medicina de Moscú Vitali Dontsov.
Hay bastantes agentes patológicos de ese tipo. Una de las teorías es viral. Se considera que el virus del herpes es capaz de generar esta enfermedad. Gran importancia tienen los trastornos del sistema inmunitario y de la psique. La fatiga crónica que surge en tales casos es muy característica. Es difícil moverse o decir una palabra, es decir el aspecto clínico se sale mucho del marco de un cansancio habitual. Es un cansancio patológico.
En efecto, en una de cada cinco personas que acuden al médico es posible diagnosticar con seguridad el síndrome de fatiga crónica. Las demás personas deben ir de vacaciones o buscar otro trabajo, hallar una afición, tomar un cachorro para ponerse más alegre. Se considera que para poner el diagnóstico de “fatiga crónica” se necesita la presencia de dos “síntomas grandes” y no menos de seis “pequeños”, asevera Vitali Dontsov.
Los “síntomas grandes” son: una fatiga permanente que dura no menos de 6 meses, con ausencia de síntomas somáticos, neurológicos y psiquiátricos. En rigor, es una fatiga duradera en un contexto de ausencia de motivos claros. Los síntomas pequeños son: subida de temperatura, dolor de garganta, aumento del tamaño de los nódulos linfáticos, dolores de articulaciones, de cabeza, trastornos del sueño.
Como es natural, se impone la pregunta de cómo tratar esta enfermedad. Hasta la fecha los médicos resultan poco eficientes. Ocurre que no solo es difícil diagnosticar dicha enfermedad sino curarla tampoco es fácil, constata Vitali Dontsov.
En el exterior se aplicaba inmunoterapia pero se obtuvo como respuesta complicaciones muy acusadas. Hemos empleado un enfoque sistémico para tratar afecciones resistentes a una acción concreta. Tal ciclo de tres meses en un centro asistencial con masajes, paseos prolongados, psicoterapia intensiva, aumento progresivo de cargas físicas, medios inmunológicos suaves, han permitido mejorar sensiblemente la situación en un 40 % de los casos.
Los científicos estiman que lo fundamental en estos casos es la profilaxis. Es más fácil prevenir una enfermedad que tratarla. Y para esto cada uno de nosotros tiene posibilidades: no hay que esforzarse excesivamente, se debe descansar, preferiblemente en el seno de la naturaleza, librarse de costumbres viciosas, practicar deportes. No en vano el aforismo latino dice: mens sana in córpore sano. Los antiguos sabían que el cuerpo necesita que el espíritu permanezca sano.
Foto: RIA Novosti
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