La sensibilidad química múltiple está considerada como una enfermedad de sensibilización central producida por factores ambientales
La sensibilidad química múltiple (SQM) es una enfermedad crónica que afecta diferentes partes del cuerpo y generalmente se presenta en respuesta a la exposición química.
La contaminación, los vapores químicos que emanan muebles y alfombras, los propios muebles sintéticos, pinturas, tratamientos para maderas, pueden desencadenar una reacción severa.
Aunque el mecanismo de la Sensibilidad Química Múltiple todavía se desconoce, hay ciertas características comunes a la mayoría de los enfermos.
Suele aparecer en personas que tienen antecedentes familiares o tendencia a las alergias, como eczema o asma.
Suele aparecer en personas que tienen antecedentes familiares o tendencia a las alergias, como eczema o asma.
La SQM aparece después de la exposición a determinadas sustancias químicas, por ejemplo, al entrar en contacto con plaguicidas utilizados para la fumigación de cultivos en una zona rural o en pequeñas dosis repetidas, como sentarse junto a la fotocopiadora en el trabajo.
Casi cualquier producto químico puede desencadenar la reacción aunque algunos destacan especialmente como el formaldehído, los pesticidas, desinfectantes como el glutaraldehído, pegamentos y disolventes.
Muy a menudo la exposición inicial se produce después de una enfermedad o en situaciones de estrés.
La persona se sensibiliza pero suele recuperarse, los síntomas vuelven rápidamente si se expone a otro producto químico.
Los síntomas de la SQM pueden ser: problemas respiratorios, náuseas, dolores de cabeza, articulares y musculares, ardor en la boca y la garganta, dificultades para concentrarse y desorientación.
Son muchos los productos que pueden desencadenar una reacción: el olor del detergente o suavizante de ropa, alfombras o muebles nuevos, pinturas, plásticos, ambientadores, desodorantes y algunas personas también se ven afectados por ciertos alimentos y aditivos alimentarios.
La Sensibilidad Química Múltiple es reconocida oficialmente por países como Alemania, Japón, o Austria, se le han dado muchos nombres alternativos para describir esta patología: enfermedad ambiental, enfermedad del siglo XX, síndrome de respuesta a las sustancias químicas, síndrome de alergia total, perdida de tolerancia inducida por químicos, hipersensibilidad química y electromagnética. Aunque es una patología de la que se habla especialmente a partir de finales de la década de 2000.
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