jueves, 3 de junio de 2010

Tres investigadores del dolor, premio Príncipe de Asturias

Tres investigadores de las claves del dolor ganan el galardón

Seis premios Nobel avalan una candidatura que obtuvo la unanimidad del jurado - Sus estudios han abierto las vías para futuros fármacos de tratamiento selectivo


Oviedo, Eduardo GARCÍA

Vivimos gracias al dolor, que es la perfecta señal de alarma en nuestro cuerpo de que algo no funciona bien. Pero acabar con el dolor prolongado e intenso, el dolor crónico, es el objetivo de las investigaciones de los tres galardonados ayer con el premio «Príncipe de Asturias» de Investigación Científica y Técnica 2010. Son los bioquímicos Linda Watkins (Estados Unidos), Baruch Minke (Israel) y David Julius (Estados Unidos), una candidatura que venía avalada por seis premios Nobel de Medicina y Química y que ya había sonado el pasado año. Esta vez fue aceptada por unanimidad del jurado.

Los tres, a través de líneas independientes de investigación, han estudiado los mecanismos de recepción y los canales sensoriales de los organismos vivos. Ada E. Yonath, premio Nobel de Química 2009, aseguraba al respecto de su apoyo a la candidatura que los trabajos de Watkins, Minke y Julius «aportaron descubrimientos de un significado enorme, con prometedoras posibilidades de aplicación para el beneficio de la Humanidad».

Comprender el porqué del dolor crónico. Es un objetivo que los une. Julius estudió los nociceptores, neuronas que responden con gran intensidad a los estímulos físicos y químicos. Minke identificó el canal TRP, que es como una ruta de señalización de numerosos sistemas sensoriales de nuestro cuerpo, que tienen mucho que ver con la percepción del dolor, pero también con la sensación de temperatura y gusto. Watkins es la descubridora de las células gliales, células nerviosas relacionadas con el dolor patológico. Sus investigaciones han sido fundamentales para explicar las causas por las que algunos tratamientos analgésicos actuales, que actúan exclusivamente sobre las neuronas, no consiguen atenuar el dolor del paciente.

«La medicina no nació para tratar el cáncer o para hacer trasplantes, sino para quitar el dolor», explicaba ayer el jefe del servicio de Cirugía General del Hospital 12 de Octubre, Enrique Moreno, al término de la lectura del fallo del jurado. El catedrático de Microbiología César Nombela se refirió al «trabajo pionero» de los galardonados, que abre vías «para plantear nuevos fármacos» en un futuro próximo.

NOTICIAS RELACIONADAS

Sus investigaciones abren vías para nuevos fármacos



La ex ministra de Sanidad y también miembro del jurado, Ana Pastor, hizo hincapié en que las investigaciones de Watkins, Julius y Minke «abren puertas a la esperanza, a nuevos receptores y dianas terapéuticas, porque el dolor no se comporta de la misma manera ni con la misma intensidad en pacientes con la misma patología».

Flora de Pablo, experta en biología celular y molecular, dijo que los tres científicos «abordan un problema esencial para las personas enfermas y algunas sanas con alteraciones de dolor patológico, como la fatiga crónica, la fibromialgia o lesiones postraumáticas».

Julius declaró que era «una gran satisfacción compartir el premio con Minke y Watkins, cuyos descubrimientos de los procesos básicos de la señalización celular han establecido las bases para comprender las enfermedades».

No hay comentarios: