viernes, 13 de noviembre de 2009

Las nuevas enfermedades de la civilización

NOTA DE PEBETO ARAMBURU (de Tiempo PYME) A LA PROF. DRA. GLORIA PIZZUTO


Nuevo paradigma: “psiconeuroinmunoendocrinologia“, fatiga cronica y fibromialgia su impacto laboral.



Estamos ante ante una problemática de salud gravísima, llamadas las enfermedades de la civilización que veremos y experimentaremos en el siglo XXI. Se estima que aproximadamente el 20% de población argentina está afectada de estas dolencias cuya causal de inicio es el estrés crónico (distress) al cual nos vemos sometidos en el día a día de nuestra vida diaria.

Nadie escapa al los diferentes factores estresantes que nos vemos sometidos y ocasionan alteraciones neuroquímicas tóxicas que alteran nuestros ciclos biológicos (Bio- ritmos), aquellos que rigen todas las actividades fisiológicas que nuestro cuerpo (mente-cerebro-biología) que se necesitan para la adaptación, resistencia y desadaptación que debemos enfrentar ante las distintas circunstancias sociales, económicas y de seguridad que forman parte de la vida.

Todos aquellos afectados de Síndrome Fatiga Crónica (SFC) y Fibromialgia (FM) son conocederores de la sintomatología de estas enfermedades y son conscientes del significado de convivir con estas enfermedades crónicas e invalidantes. Las limitaciones funcionales de aquellos que la padecen son reales pero se hace inexplicable el entendimiento de aquellos profesionales médicos que están formados bajo un enfoque reduccionista y sólo pueden entenderlo desde la biología, porque las enfermedades descriptas tienen relación con las experiencias emocionales vividas y no pueden ser entendidas desde el positivismo, dado que son vivencias subjetivas y el “agotamiento extremo” así como el “dolor” son vivenciales, no pudiendo ser evaluados como padecimientos de a igual comparando sujeto a sujeto. La magnitud de cada uno es diferente dada la experiencia cognitva que conlleva la historia de vida de cada individuo.

Pero es cierto que no podemos negar el sufrimiento humano que dichos pacientes sufren día a día hasta el agotamiento final que ocurre.
Ambas entidades fueron reconocidas por la Organización Mundial de la salud en el año 1992, considerándose que son enfermedades de origen desconocido y pueden ser desencadenados por una infección viral ó bacteriana, eventos traumáticos tempranos en la infancia donde juega un papel muy importante el estrés crónico (distress) que deja “huellas químicas” imborrables que conformarán nuestra conducta humana. De hecho dice Ortega y Gasset : “ Yo soy yo y mis circunstancias”.


La baja calidad de vida que viven estos enfermos, asociados a la falta de apoyo de la comunidad médica científica que niega su existencia, auditores que no autorizan los estudios que pueden mejorar su neuroquímica alterada y la falta de la comprensión social, genera una desesperanza y falta de expectativas que agrava la sintomatología emocional (Depresión, trastornos de ansiedad, Fobias, Pánicos,etc.) haciendo que muchas veces la “ideación del suicidio” sea pensada para finalizar la larga letanía de su padecimiento, al sentirse no creidos y abandonados ante lo que sufren. Son pacientes estigmatizados como : haraganes, simuladores, vagos, locos, razón por lo cual muchas veces bajan sus brazos.

El Paradigma Bio-médico reduccionista al que se ve sometida la mediciana tradicional, debe ser cambiado por el Paradigma del enfoque Psico-neuro-inmuno-endocrinológico en el más corto plazo posible. No podemos los profesionales médicos seguir abordando la salud desde nuestra óptica únicamente. Lo dice la O.M.S (Organización Mundial de la Salud) “el bienestar de salud del ser humano es biológico-psicológico-social y espiritual”.

Es hora de que las Neurociencias se convoquen en el significado de la Consiliencia que significa la unión de los conocimientos, lo cual implica que los comportamientos estancos de conocimiento, sean compartidos no sectorizados, para poder trabajar por una mejor calidad de vida y nosotros debemos incluirnos en esto, pues alguna vez también seremos enfermos.

Quiero dirigirme en especial a los especialistas de medicina laboral y a todas las empresas, fábricas, negocios, instituciones laborales encargadas de velar por una producción del rubro correspondiente, cuyo objetivo es que el producto final sea el mejor para el mercado.

...”Señores encargados llegó la hora de velar y cuidar a los empleadores, no son números, ni robots, deben contar con las horas de trabajo y descanso correspondientes. Son merecedores de ser cuidados en su salud, para poder conservar su estado óptimo sanitario y así conseguir para ambas (empleado-empleador) la satisfacción de llegar al objetivo común, mejor producción, lo que redundará en mejor marketing empresarial para ambas partes y así estarán contentos de haber cumplido con sus cometidos.

Recuerden que el exceso de horas trabajadas, exigencias más hallá de las saludables, maltrato de superiores que no conocen de esta problemática, el descanso no conveniente, etc., ocasionará un estado de estrés crónico que perjudicará el objetivo común, con aumentos de accidentes de trabajo
( incluídas muertes si de manejo de máquinas ó vehículos se trata), originando costos no contemplados por la empresa ( invalidez, discapacidades y subsidios por muertes de empleados ó terceros)”.

Es hora de tomar conciencia que estas enfermedades ocasionan accidentes de trabajo más allá de causas reiteradas de ausentismo importantes. Por esta razón solicitamos en forma conjunta comenzar a trabajar desde la comunidad médica y legislativa para poder modificar esta situación que va en aumento perjudicando a la parte laboral que comprende empleado-empleador. Por otra parte se hace condición sin-ecuanon que estas personas reciban la cobertura social que merecen y la posibilidad de jubilación en los casos de extrema discapacidad.

Los exhorto a acompañarnos en esta cruzada solidaria por Uds., por los enfermos y por una mejor calidad de vida para todos. No olviden todos estamos incluídos en el distress social-económico y político de la sociedad que nos toca vivir.
|| Fuente: 12 de noviembre de 2009. (Tiempo PYME)

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